viernes, 26 de octubre de 2007

LA CIUDAD ES PARA MÍ


Soy una auténtica fan de las grandes urbes. Las ciudades contra más grandes, bulliciosas y activas mejor. Me gustan las ciudades desde que tengo uso de razón. Reconozco que 'me enganchan', adoro meterme en ellas y coger el ritmo de cada una. Aún así, he de admitir que el ritmo de New York me superó, pero con un poco de práctica podría llegar a seguirlo. De New York me quedo con Times Square, ese espacio donde de noche no puedes distinguir siquiera la oscuridad. Su cantidad de luces hacen que parezca que el día nunca se acabe.


Durante cuatro años estuve viviendo en un pueblecito, o mejor dicho en una de esas típicas urbanizaciones americanas, en la cual en invierno sólo puedes alcanzar a oir la pala del vecino quitando nieve y en verano la podadora de césped.

Recuerdo que me costaba mucho el hecho de abrir la ventana y no oir nada. No importaba si era la una de la madrugada o las 12 del mediodía, no se oía nada. A veces me daba por pensar que tal vez el resto del mundo se había desintegrado y yo no me había ni enterado, porque nada alteraba la 'paz' de ese lugar. Una bonita estampa, sin duda. Esos jardines perfectos, esas casitas, ese orden, pero si me pierdo que no me busquen allí.


Ahora tengo la suerte de estar viviendo en una gran ciudad. Y otra cosa no, pero ruido todo el que quiera y más. Me gusta Buenos Aires. Tiene una vitatlidad que me fascina sin llegar a apabullarme como New York. Aunque antes de adentrase en la ciudad porteña hay dos aspectos a tener en cuenta. Uno tiene que andar pendiente de donde pone los pies, porque el pavimento de sus calles, por decirlo eufemísticamente deja mucho que desear , hay agujeros que si los pisas puedes llegar a desaparecer en ellos y lo segundo es que se necesita 'echarle valor' para cruzar una calle, hay calles importantes en las cuales los peatones no tienen semáforo, con lo cual has de fijarte en el de los coches, y cuando lo veas rojo cruzar, los pasos zebra son un puro objeto decorativo , porque si esperas que algún conductor te ceda el paso,puedes perder la juventud en ello, mejor arriésgate, cruza y vigila que no te pisen. Alguna otra cosa tiene Buenos Aires, pero´desde mi óptica eso fue lo que más me impactó, al menos como peatón, como conductora sería mucho más extensa. Una vez acostumbrados a 'lidiar' con estas pequeñas dificultades uno ya está listo para lanzarse a 'vivir' la ciudad, andarla, pasearla y saborearla, porque merece la pena hacerlo.
Está claro que si me pierdo el mejor lugar donde buscarme es una ciudad, y como soy mujer de un solo amor y totalmente fiel , que me busquen en Barcelona, allí estaré.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperem que tard o d'hora t'arrivis a perdre algun dia com diues en el teu escrit, per que els que vivim a Barcelona t'estem esperant amb el braços oberts. Un petonet. Lgf

Niurka Dreke dijo...

Esos problemas de cortesia no los tenias en la urbanizacion, pero entonces estaban las palas y la podadora del vecino. Yo tambien prefiero ese ruido saludable que me permite saber que el mundo sigue ahi. La verdad es tambien que para manejar en Buenos Aires hay que tener los pantalones bien puestos, pero hay que acostumbrarse a ciertos males en este mundo travieso que nos ha tocado vivir. Saludos, Katana.