¿No se han parado ustedes a pensar cuántas veces utilizamos el término gente con sentido peyorativo? ¿cuántas veces hemos dicho, oído o leído la frase: la gente es insolidaria o la gente es incívica, o cualquier tipo de adjetivo de carácter despectivo? Siempre que lo oigo, o tal vez lo digo sin caer en la cuenta de ello, inmediatamente me viene en mente la pregunta: ¿quién es la gente?
Se supone que la gente somos todos y cada uno de nosotros. Si es así, en la frase antes mencionada podríamos sustituir el sustantivo gente por nuestros nombres propios. Ya que cuando la gente es conocida pierde el apelativo de gente por el de su nombre. Así podríamos decir : Juan, Luís, María, Sonia...son insolidarios. Pero no, eso sería un insulto personalizado y eso ya no está bien admitido.
Creo que empiezo a entenderlo. Si utilizamos el término gente nos está permitido 'adornarlo' con toda clase de calificativos negativos, nadie se siente incluído en él. Es esa extendida costumbre que tenemos de ocultarnos entre la multitud, de perdernos e incluso hasta de desaparecer en ella.
1 comentario:
Amiga, esto tiene que ver con las mascaras con que andamos por la vida, pero esa misma vida nos ensena que la gente que siempre dice la verdad luce muy cruda y hasta como si no tuviera modales. Creo que hay que decir la verdad sin herir, porque a veces la verdad es dura y "la gente" no quiere escucharla. Yo hablo con la verdad a mis amigos si no, paso.
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